“Vamos a resistir todo lo que haya que resistir”, fue la frase que expresó el presidente Javier Milei cuando se refirió al impacto del veto a la Ley de Financiamiento Universitario, en el marco de las Jornadas Monetarias y Bancarias que organizó el Banco Central. En el marco de un extenso discurso que pronunció el último martes, el mandatario sostuvo que su gestión puso “lo que hubo que poner”, “jugándosela por el equilibrio fiscal, donde los populistas querían rompernos las cuentas públicas, independientemente del impacto que eso tenía en imagen”.
“Estoy dispuesto a pagar todos los costos que tenga que pagar, si tengo que vetar a los jubilados, a los farsantes que defienden sus curros a través de la figura de las universidades con grandes mentiras, lo voy a hacer, porque mi compromiso con el equilibrio fiscal es inclaudicable. Así lo hice”, remarcó Milei. Con esta decisión, el jefe del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) lleva dos vetos en tan solo 10 meses de gestión.
Ante los acontecimientos, los cuestionamientos de la oposición más férrea a la gestión libertaria se incrementaron y en distintas universidades del país, el descontento se hace sentir con tomas en los rectorados y otros edificios académicos. En este escenario, analistas políticos y dirigentes se preguntan cuánto puede afectar esta situación al Gobierno nacional que viene tomando apunte de la caída sostenida que registra la gestión, según distintas encuestas, en los últimos meses.
Consultado por el tema, el licenciado en Sociología y consultor político Hugo Haime indicó que para analizar este caso es importante partir de la base de que Milei nunca tuvo una imagen positiva como dirigente ni de aprobación de gestión por encima de los votos que obtuvo en los comicios de 2023.
“Al mes pasado, el Presidente tenía 40% de aprobación de gestión, 43% de imagen positiva, solo un 30% nos decía que sabe gobernar, más allá que hay otro 20% que dice que le gustan las ideas pero que no sabe gobernar y un 52% que dice que este plan económico solo sirve para generar pobreza”, precisó.
A partir de haber medido el acuerdo social sobre el veto a la reforma jubilatoria, el veto al financiamiento universitario y el incremento de fondos a la SIDE, el analista aseveró que, en relación a los vetos, un porcentaje cercano al 70% de la ciudadanía se pronunció en contra, mientras que más de un 50% también rechazó el aumento de partido al servicio de inteligencia. “Hay una idea de un sector de la población, que ronda el 42%, que quiere que al Presidente le vaya bien, que quiere que las cosas mejoren de aquí a un año, pero la imagen del Presidente está en un 43%, entonces veo más gente con ganas que las cosas vayan bien, que gente que apruebe la gestión del gobierno”, declaró.
En el marco de su análisis de la actualidad nacional, Haime postuló que el Gobierno nacional apuesta y especula con mantener su base electoral, cercana a los 30 puntos porque con ese piso de intención de voto le alcanzaría para incrementar su peso político en el Congreso Nacional, a partir de las elecciones del próximo año. “Por esto el Gobierno se muestra preocupado y supone que con eso y la alianza con el PRO le va a permitir sacar sus leyes”, dijo. Y agregó: “Milei genera enojos en los sectores medios, por el tema universitario, enojos por el tema jubilados, e incertidumbre económica porque la inflación baja, pero el dinero no alcanza, entonces eso produce un clima favorable, digamos. Además, y por desgracia, estamos viendo la vuelta de ciertos niveles de violencia con el riesgo de que se incremente”
Horizonte claro
En relación al presente que atraviesa el oficialismo nacional, el diputado por Tucumán Gerardo Huesen (La Libertad Avanza) declaró que a las expresiones en contra de las medidas del gobierno deben ser tomadas con pinzas, porque representan las “voces del fracaso de la Argentina”. “Ante niveles de pobreza como el que tenemos como consecuencia de la gestión anterior, no podemos pagarle la educación a los extranjeros, con la excusa de que Domingo Sarmiento quería la educación para todos. En la época de Sarmiento no existía el peronismo, era una población más chica, y hoy tenemos otro horizonte”, planteó el bussista.
En este sentido, Huesen manifestó que ante los embates que llegan desde la oposición, la gestión Milei sale robustecida porque la ciudadanía “se está dando cuenta a dónde apunta el Gobierno”. “Se apunta a poder auditar todas las cuentas públicas, a tener una administración más transparente, más precisa, y creo que sí que hay un robustecimiento hacia las políticas nacionales. Yo creo que va a salir muy fortalecido nuestro Presidente, que hoy pone todo lo que tiene que poner en la cancha, evidenciando lo que han sido las viejas administraciones, que han tenido la posibilidad de gobernar e hicieron todo al revés. No es lógico que el kirchnerismo nos venga a decir cómo se tiene que gobernar cuando ellos fracasaron”, detalló.
Después de jornadas y semanas intensas en torno a estos temas, el legislador reconoce que al oficialismo todavía le quedan batallas parlamentarias complejas, como el debate por el Presupuesto y ante esto las alianzas con distintos sectores representarán un nuevo desafío. “Sobre el Presupuesto imagino un debate largo y difícil. Una vez más, los que hoy lo critican son los que se han encargado de crear fondos fiduciarios inútiles, partidas que realmente eran cajas negras destinadas a la política. El presupuesto que quiere el Gobierno es un presupuesto equilibrado, con déficit cero y un equilibrio fiscal previsible que hoy ya se está reflejando con la baja del dólar, las subas en las acciones y la reactivación de la economía”, formuló.